Así que el amigo Pedro y un servidor (ezules) cogimos la mochila y nos fuimos para el Robledal.
El día prometía. Sol y apenas aire.
Cuando iniciamos la bajada empezó a echarse la niebla. Y acto seguido, comenzó a nevar.
Fotillos del asunto. Palabras... las justas.
La Maroma (2.065m)
La niebla y la nieve hizo su aparición
Y eso es todo amigos.
Tala próxima
¡Que bonito, ezules!. Me ha encantado el ambiente... y que suerte que se cerrase el día a la vuelta... le dio un toque muy atractivo.
ResponderEliminarUn abrazo, y que sepas que te sigo.
Gracias, Franeto.
EliminarLa verdad es que echamos un rato estupendo, con el añadido de que a la vuelta nos nevó. Eso fue un puntazo.
Un abrazo, y a seguir publicando tus cosas, que las sigo.
Ezules